Pool explosivo
Si algo le faltaba al pool para ser emocionante es que las bolas exploten si tardamos demasiado. Pensándolo bien, el mismo principio podría aplicarse al golf, al ajedrez, a los cosméticos femeninos y a todo aquello que demande una espera aburrida. En fin, en este juego, lo que hay que hacer es meter todas las bolas-bombas antes de que se acabe el tiempo; caso contrario, el juego explotará y saltarán pedacitos de tu monitor por toda la habitación. O no. Narrado por Stephen Hawking.