Habida cuenta de que hay muy poca sangre en este blog, vamos a agregar mucha. Pero es sangre de zombie, no se asusten. Los zombies se lo merecen por ser culpables de tantas películas patéticas. Así que... a matar zombies (usando las flechas para moverte, el mouse para apuntar y disparar, la rueda para cambiar de arma y R para recargarla). Ningún zombie ha sido dañado durante la programación de este juego.

La mala noticia es que ahora los zombies tienen la habilidad de teletransportarse. La buena noticia es que los zombies somos nosotros. Así que dirige tu zombie hacia la gente viva, despedázala y pisotea sus cadáveres para incorporarlos a tu horda. Por cada uno ganarás dinero que podrás usar para mejorar tu estilo de no-vida.

Matar zombies... y aprender física al mismo tiempo. Es un trato justo, ¿no te parece? ¿Acaso no serían más entretenidas las clases de matemáticas si el profesor fuera un muerto viviente y hubiera que aplastarle la cabeza con una bola de hierro? Eso pensé... Entonces, a cortar cadenas y a matar zombies se ha dicho.

Esto es lo que pasa después de que el universo de Kindom Rush es infectado por un virus que transforma a los ejércitos enemigos en zombies (y bastante peor dibujados). La capacidad de entretenimiento del juego, sin embargo, permanece más o menos inalterada.

Robots y zombies en un mismo juego, ¿qué más se puede pedir? Dos especies desalmadas que se han declarado la guerra: bajo tu mando están los robots, y tu trabajo es sobrevivir a la oleada zombie. Para ello, contarás con diversas estructuras que te permitirán crear un ejército... Un momento... Los robots no tienen cerebro, ¿para qué los atacan los zombies?

No son humanos, no son animales, no están vivos. Son zombies y están invadiendo la ciudad. Tu deber es alfombrar el pavimento con sus asquerosos sesos.

Secuela que transforma un buen juego en otro excepcional: En Dead Zed (1) hay que crear un batallón de civiles y asignarles tareas de acuerdo a sus habilidades; preparar el terreno con luces, trincheras, bombas de tiempo y minas de proximidad; diseñar la mejor estrategia sobre el mapa para conquistar el pueblo; elegir las mejores armas para cada ocasión; y dispararle a tantos zombies como sea posible... si es en la cabeza, mejor.

Disparos y algo más: un poco de estrategia para reclutar sobrevivientes y administrar sus habilidades en el campo de batalla contra los zombies; algunos tendrán mejor puntería, otros serán más fuertes en la lucha cuerpo a cuerpo y los demás se desempeñarán con mayor sigilo para buscar provisiones y más sobrevivientes. Entre todo eso, sí: muchos disparos y pedazos de zombies volando por los aires. Un juego casi perfecto.

Si, como el el héroe de este juego, despertaras de tu hibernación artificial para encontrar las sombras del laboratorio repletas de zombies y (por si fuera poco) extraterrestres, es probable que hagas lo mismo que él: dispararle a todo, incluyendo las cajas que podrían contener valiosos suministros para salir de allí con vida.

Shakespeare dijo que el mal sobrevive a los hombres, mientras que el bien es enterrado con sus huesos. En este caso, la cita debería ser al revés porque es con los cadáveres que revive el mal, como demuestra este juego en el que el susurro del viento anuncia la visita de los muertos vivos.

Un juego de zombies en el que hay que hacer mucho más que matar zombies: misiones de reconocimiento de territorio, captura de fábricas, desarrollo de armas y habilidades... En fin, no creerías la cantidad de cosas que pueden inventar los programadores para entorpecer la parte divertida de un juego.

El lema de los creadores de este juego es "un buen zombie es un zombie muerto". Y en esta obra te dan la oportunidad de poner en práctica y a prueba dicha teoría. El objetivo, naturalmente, es matar zombies. Y, por qué no, al resto de las criaturas que se crucen en tu camino. Y, de paso, salvar el mundo (no la Tierra, sino el planeta Zombotron... No quieren que termines con delirios de grandeza).

Un camión. Un camino. Zombies. Armas. Sangre. Buitres. Noche. Lobos. Chocolate. Una palabra fuera de lugar. Pocas explicaciones necesarias. Jugar.

Una horda de zombies emerge sin fin desde el horizonte. En tu mano hay un arma. ¿Hace falta que te explique cómo jugar? Bien, porque tengo mejores cosas que hacer... como jugar a matar zombies haciendo click para disparar, presionando la barra espaciadora para recargar balas y los números para cambiar el arma. Por ejemplo.

Dos excelentes géneros de juego en uno: tower defense y masacre de zombies. No estoy seguro de que este último se aun género oficial, pero debería serlo, ya que la mitad de los juegos online son protagonizados por zombies o por pelotas con sonrisas, que generalmente no generan mucha adrenalina. Como sea, en este juego también hay pelotas... aunque en realidad son balas para destrozar cerebros.

¿Por qué matamos zombies? ¿Qué es un zombie? Veamos: En lengua Yoruba, fúmbi significa "espíritu"; ndzumbi es "cadáver" en Mitsogho; nsumbi quiere decir "demonio" en el Congo; nvumbi, "cuerpo sin alma", en Angola; y zumbi es literalmente el que ha retornado de la muerte, según la lengua africana Kikongo. En otras palabras, matar zombies es luchar contra la muerte en persona...

El mejor juego de zombies. Punto. Hay que escapar por una carretera plagada de zombies y militares que intentan poner la ciudad en cuarentena, al mismo tiempo esquivar civiles, obstáculos y trampas y otras cosas detalladas más abajo. Con todo esto sumarás puntos para comprar refuerzos para el vehículo, armas y radares, mejores motores, ruedas y bocinas para atraer zombies y alejar civiles...

Entre el helicóptero que te salvará la vida y tu posición actual hay un pequeño obstáculo: un millón de zombies. Pero no es nada que no se pueda solucionar con un pie pegado al acelerador y algo de destreza. Eso sí: el vehículo tendrás que armarlo de a poco a medida que vayas ganando dinero... matando zombies.

La plaga de zombies ha llegado y tu cerebro huele rico. La buena noticia es que alguien te pagará por matarlos. La mala es que los zombies ahora evolucionan y, durante las 28 noches que pases atrincherado en la azotea de un edificio, deberás reclutar aliados, armar defensas y mejorar tus armas constantemente porque la nueva ley es: "La supervivencia del más armado".

¿Quién puede salvar al mundo de los zombies? Sólo los pingüinos. Con rifles. Y balas que rebotan en las paredes. Y alguna que otras caja de explosivos y bolas con pinches. Pero los pingüinos son la clave. Al principio, el juego parece más de lo mismo, puros disparos. Pero, de a poco, exige empezar a usar la cabeza...