Un juego minimalista para retorcer la mente. El objetivo es apilar todas las piezas en un solo recuadro. Suena fácil, pero hay una estricta regla: para superponer dos piezas, hay que hacer click en un espacio inmediato e intermedio entre ambas, es decir, en un recuadro que las toque a las dos. Finalizar la pila sobre una estrella del tablero da puntos extra.

Este es un juego de ingenio creado por un matemático francés. Consta de tres torres donde se inserta una cantidad de discos (tres por defecto, pero podrás elegir más). El objetivo del juego es pasar todos los discos a la torre de la derecha de acuerdo con las siguientes tres simples reglas: mover sólo un disco por vez, nunca poner un disco sobre otro más pequeño y sólo mover los que no tengan otro encima (no importa si lo entendiste; de cualquier modo, el juego no te dejará violar las reglas).

¿Alguna vez te mentí (sin que te dieras cuenta)? Lo supuse, y eso es bueno porque ahora deberás confiar en mí y jugar a este maravilloso juego que garantizo que deleitará a tu cerebro. Hashi (originalmente "Hashiwokakero") es un juego de ingenio extremadamente simple, entretenido y a veces desafiante, asemejándose a una especie de Sudoku visual donde los números son islas y las operaciones matemáticas son puentes tendidos entre ellas...

Ayuda al caballito de mar a llegar a su destino removiendo los obstáculos. Es una orden. Puede parecer estúpido, pero es una misión de vital importancia, tan compleja que no tengo tiempo para explicarla. Lo fundamental es que, pase lo que pase, no olvides hacer lo que te digo. Sabré si no lo haces. Te estoy vigilando... ¡Hey, no cierres la ventana! Son sólo 16 niveles, no seas miedoso... o miedosa. No veo muy bien desde aquí...

Un juego complejo: hay que guiar un rayo misterioso desde su origen hacia el portal de destino, teniendo en cuenta que cada bloque que atraviese lo desviará en una dirección de acuerdo a su color. Podrás preparar el comportamiento de cada color antes de lanzar el rayo mediante el menú superior. Son 40 niveles que se vuelven progresivamente más desafiantes. Si te sabe a poco, podrás generar niveles aleatorios.

Uno de los mejores juegos de plataformas del año, que requiere habilidad y lógica para mutar en el momento correcto al personaje con las características necesarias para resolver los puzzles que permiten pasar de nivel. Cada personaje se activa (transmuta) presionando una tecla del 1 al 4. Más abajo verás la utilidad de cada uno. Antes de usarlos, deberás absorberlos tocándolos con el primer personaje.

Un juego táctico con robots y un objetivo extremadamente simple que te hará la vida imposible: juntar los barriles que tienen el mismo número, ya sea empujándolos o ideando complejas estrategias lógicas para que acaben donde deben. En definitiva, esto es exactamente lo que yo no haría si fuese un robot. Más bien me dedicaría a destruir el mundo, pero esto es un poco más noble.

Un pequeño y corto juego de lógica geométrica ideal para ejercitar las neuronas durante una pausa del mundo material: hay que rellenar los números del cero al nueve con bloques similares a los del Tetris, y sólo hay una forma de hacerlo. Puede haber algún que otro estancamiento mental en el proceso, pero a la larga todo saldrá bien.

Así como cada partícula subatómica tiene sus caprichos para interactuar con el universo, los bloques de CyberBox obedecen a cierta lógica. Tu trabajo, como buen círculo que representa a tu ser dentro de este juego, es manipular la particular física de este pequeño universo mediante el pensamiento lógico -una vez aprendidas sus reglas- para alcanzar la infaltable salida.

Es probable que este juego te obligue a usar áreas de tu cerebro nunca antes activadas simultáneamente. Y es que los planos han explotado hacia una tercera dimensión, y es tu trabajo reconstruirlos encontrando la perspectiva adecuada en la que se proyectan los originales de dos dimensiones.

Una especie de cubo Rubik bidimensional con un simple objetivo: despejar el camino para poder sacar los bloques que tienen una cruz. Como todo lo que tiene un objetivo simple, este juego puede ser muy complicado (tómese como ejemplo el simple ideal de lograr la paz mundial o de llegar a un acuerdo con una mujer sobre si la tapa del inodoro debe quedar arriba o abajo).

Este es uno de esos juegos que al principio te hacen decir "¡qué estupidez!", pero que de a poco te van seduciendo y te hacen pensar "¡qué interesante!". Y después se van complicando progresivamente... y ves que recién vas por el quinto nivel... y te hacen decir nuevamente "¡qué estupidez!", y te vas a manejar una granja virtual en Facebook o cualquier otra cosa que no sobrepase tu capacidad intelectual.

Cuando era chico, había un viejo con cara de loco que fabricaba rompecabezas tridimensionales con alambre por la calle. Lo más lindo es que generalmente no vendía nada, sino que los regalaba. Año tras año gritaba: "a lo' rompecabeeeza". Hace poco me di cuenta de que ya no estaba, y supuse que se había muerto. O quizá unos científicos lograron transferir su mente a una máquina y ahora se dedica a fabricar puzzles 3D como este...

Un clon de Bloxorz, para quienes se quedaron con las ganas de un desafío tridimensional. Los puzzles son ligeramente distintos esta vez, además de que el juego está en español (eso significa que, cuando caigas al vacío, las malas palabras las tendrás que gritar en inglés).

Mover, rotar y borrar, completar el mecanismo y llevar la bola a su destino. Juego simple, juego entretenido. Un juego que te hará sentir inteligente porque es fácil. Un juego que te hará sentir joven porque, como dijo un poeta, los hombres no dejan de jugar porque envejecen, sino que envejecen porque dejan de jugar...

¿Nunca te pasó que se te cayera algo y al intentar agarrarlo antes de que llegue al piso rebotó en tu mano y luego intentaste agarrarlo con la otra mano y volvió a rebotar y así sucesivamente hasta que te diste cuenta que la única salida posible era decidir ganarte la vida como malabarista? Bueno, este juego es peor.

Impuzzible es un puzzle imposible a simple vista. Pero, en realidad, es tan perfectamente posible y las soluciones son tan obvias que tu cerebro puede querer complicarlo más de lo necesario. Cortito... para pasar el rato.

Por si con el título no queda claro, este es un juego donde hay que hacer que un pajarito salte de una baldosa a otra hasta derribarlas todas, que es lo que hacen los pajaritos en un día de lluvia. Claro que cada mosaico reacciona de forma diferente: los rojos caen con un toque, los amarillos con dos, los verdes con tres... es un juego perfectamente realista en todo sentido imaginable.

Uno de los juegos con agua más interesantes que jugué jamás -sin contar aquella vez en que una chica me pidió que le ayudara a estrenar la cama de agua y casi la ahogo-. El objetivo es similar: llenar los recipientes con líquido sin desperdiciar una sola gota.

Un juego con moraleja: cuando algo se interponga en tu camino, hazlo explotar con un dedo.