Basado en la mecánica de un Test de Cociente Intelectual, este juego es un pequeño entrenamiento para la parte lógica de tu cerebro, o, en su defecto, para ejercitar tu capacidad de prueba y error, de la que siempre se termina aprendiendo algo.

¿Creías que los terroristas se habían rendido? Vuelven en la temida saga, que comienza con esta segunda parte del emocionante Command & Control, así como comienza probablemente mi carrera como locutor de avances de series y películas. The winter is coming...

El título lo dice todo: primero hay que hacer "push" y después "snap" (?).

Camaled es un camaleón un poco perezoso: en lugar de cambiar de color él, pinta la superficie donde se apoya. Dale una mano (de pintura) para teñir todo el tablero del mismo color, presionando sobre el color correspondiente a las casillas adyacentes...

Si algo nos enseñó Minecraft es que no hay que juzgar a un juego por sus gráficos. Ambientado en ese pixelado mundo, MineCaves es un puzzle de acción con algo de Sonic, porque nuestro personaje deberá recoger objetos (gemas, estrellas, etc.) a gran velocidad, a la vez que evitar enemigos y trampas mortales y activar mecanismos para abrirse camino a través de las cuevas.

¿Quién no fue un espermatozoide alguna vez? Vamos a recordar viejos tiempos con este juego intrauterino: comenzaremos nuestro viaje hacia el interior de la vagina (suele ser el más placentero) y luego fijaremos rumbo a la trompas de falopio a través del cérvix, para finalmente fecundar al óvulo, si esquivamos a todos los glóbulos blancos y si tenemos suerte de que no nos ganen los otros 249.999.999 espermatozoides.

Un atrapante shooter parecido a otros pero con varios ases bajo la manga (como cinco, aunque es un poco sospechoso). En él te enfrentarás con un arsenal que sólo Terminator podría soñar a un inacabable enjambre de toda clase de insectos que han invadido el planeta.

Arrastra la casilla del héroe para primero recoger la espada, luego matar al dragón y finalmente rescatar a la princesa en al menor cantidad de movimientos posibles. Cualquier otro orden de los acontecimientos dará resultados desastrosos.

Unas despreciables... cosas... están saliendo desde el suelo y tu deber es aplastarlas. Tan simple como eso, suficiente para alimentar esas neuronas de la corteza motora que nunca se mueven.

Un juego de torres con más acción que estrategia, salvo por la sabiduría y cautela necesarias para invertir los fondos en buenas actualizaciones de armas y defensas y dar en el campo de batalla a cada enemigo la prioridad que amerita. Lo demás es una ráfaga de disparos hacia soldados, tanques, naves y toda clase de amenazas extraterrestres que acosan a la última torre marciana.